9 claves para ahorrar tanto en casa como en la oficina

El mundo en el que vivimos se mueve casi por completo a través de la electricidad. Garantizar un consumo energético eficiente dentro y fuera de nuestros hogares es algo que puede provocar un impacto sumamente positivo. No solo para el medio ambiente, sino también dentro de nuestras finanzas.

Aun teniendo las mejores intenciones, cambiar nuestro sistema de vida en busca de una mejor manera de hacer las cosas y generar un cambio, puede ser un proceso bastante complicado. 

Es por ello que hemos diseñado una práctica guía con 9 claves para ahorrar energía tanto en casa como en la oficina, que tienen mucho que aportar a tu contribución por un planeta más verde ¿y por qué no? También a cuidar el estado de tus bolsillos. 

1. Sácale provecho a la luz natural

España es un país que ha sido privilegiado por la naturaleza al contar con un óptimo clima mayormente soleado. Es por ello que si estás en la búsqueda de estrategias que te permitan ahorrar energía lo primero que debes hacer es aprovechar la luz natural.

Realiza tantas actividades como sea posible a tempranas horas del día, de manera que puedas completarlas sin necesidad de depender de luces artificiales.

1. Recuerda apagar las luces

Uno de los elementos más decisivos dentro de nuestro nivel de consumo energético es la cantidad de horas al día que mantenemos las luces encendidas. Tal como te hemos contado anteriormente, utilizar la luz natural es una manera de reducirlo, pero no es la única.

No olvides apagar las luces al salir de cualquier estancia, no importa si tan solo sales de la oficina para comer tu almuerzo ¡apaga la luz!

1. Cámbiate a las bombillas LED

¿Quieres comenzar a ahorrar energía de verdad? Entonces debes sustituir tus viejas bombillas incandescentes por unas nuevas luces LED. Se ha comprobado que estas pueden representar un ahorro ¡de hasta un 90% con respecto a las incandescentes! 

Su uso podría implicar un 35% dentro de tu nivel de consumo energético global. Además, otro dato impresionante es que su vida útil es mucho más prolongada que la de las bombillas tradicionales.

1. Presta atención a las etiquetas energéticas

Antes de comprar cualquier aparato fíjate muy bien en su etiqueta de eficiencia energética. Ya que así podrás saber el nivel de ahorro que podrás tener a la hora de usarlo. En el caso de los aparatos electrónicos de clase A podrán ahorrar hasta un 45% de energía. Mientras que los de la clase B representan un ahorro entre el 25% y el 40%.

1. Utiliza tus aparatos inteligentemente

Quizá no lo sabías, pero muchos de tus electrodomésticos y aparatos electrónicos poseen incorporados modos de ahorro. Localiza el botón ECO de los mismos y haz uso de él tanto como te sea posible.

Además, realizarle el mantenimiento preventivo a todos tus equipos los ayudará a trabajar mejor, consumiendo un nivel de energía inferior y prolongando su vida útil.

1. Mantén una temperatura adecuada

Incorporar dentro de tu hogar u oficina el uso de un termostato digital podría ayudarte a ahorrar hasta un 40% de la energía que utilizas en climatización (fuente: SevillaActualidad). Existen incluso avanzados modelos que te permitirán tener el control de todas tus estancias incluso de manera remota.

1. Inspecciona tu contrato de luz

Organismos como la OCU han indicado que una de las claves del éxito a la hora de ahorrar energía, es determinar si la potencia que hemos contratado realmente se ajusta a nuestras necesidades. Analiza tu consumo y contrástalo con tu contrato energético, ya que es posible que estés pagando mucho más de lo que usas.

1. Toma en cuenta la tarifa de discriminación horaria

¿Haces uso de las horas Valle? ¡Pues deberías! Comienza a programar tu rutina en función de este novedoso plan de ahorro y prepárate para ver como los números de tus facturas comienzan a desplomarse de manera inmediata.

1. Desconecta todo lo que no uses

¡Dile adiós a los vampiros energéticos! Te sorprendería saber la cantidad de energía que pueden consumir nuestros aparatos electrónicos una vez que se quedan en “stand by”. No importa si estamos hablando de la casa o la oficina. Si no le estás dando uso a un equipo, la mejor opción siempre será mantenerlo desconectado.